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1/4/14

Sierra Angelé por la Ermita de San Bartolomé


Lugar de salida: Castiello de Jaca
Objetivo: Sierra de Angelé
Desnivel positivo acumulado: 500 metros
Distancia y tiempo empleado: 11 km en 3h
Archivo GPS (con el recorrido): TrackGPS

Miércoles, 1 de enero de 2014.
Año Nuevo, casi nada.
La idea era haber ido a Peña Oroel, pero claro, se trasnocha y se levanta uno tarde. Así que nada, no saldré. O si, porque cuando ya menos contaba con ello, me sugieren que me vaya de paseo, así que ni corto ni perezoso cojo una pequeña con una botella de agua y subo por el PR1 a visitar la cercana Ermita de San Bartolomé.

El sendero se toma a la entrada de Castiello de Jaca (a la izquierda según se sube por la carretera hacia Canfranc), una pista que va en paralelo al Barranco de Redigüé.
La pista atraviesa el barranco y cambia de vertiente. La pista con fuerte pendiente y embarrada por las nieves de la semana pasada, se vuelve bastante pesada, pero en unos 45' desde que comienzo a andar, llego al desvío a la Ermita de San Bartolomé.
La ancha pista por la que discurre el PR1, habrá que volver con la BTT.
Bifurcación a las ruinas de la Ermita de San Bartolomé.
Ruinas de la Ermita de San Bartolomé.
En un minuto se llega a los que no son más que las ruinas de los muros de la Ermita, tan apenas se adivina el ábside de la misma. Un poco decepcionado, vuelvo al desvío y sigo en dirección a la Sierra de Angelé. Al poco unas recurvas de la pista, nos llevan a una larga lazada, ya sobre el Barranco de Esperrocal. Poco a poco el bosque va ganando fuerza y no nos abandona hasta el collado donde acaba esta pista.
Volviendo al collado, bajo la niebla, Collarada.
A nuestra derecha, la pista continúa hacia Aratores y a lo lejos, bajo la niebla, Collarada y, a la izquierda, continuaríamos por la suave Sierra de Angelé, hasta Grosín (1421 m.) ya bastante alejado para el poco tiempo del que dispongo. Antes de volver, sigo hasta la primera de las cotas de la sierra, 1364 m, y desando el camino ya con algo de prisa.
A la bajada, acorto varias de las pronunciadas lazadas de la pista, y en algún punto del recorrido extravío las llaves del coche, con el consiguiente problema.
Incluso suben a buscarme con un todoterreno, mil gracias Angel. En una de las curvas, la más embarrada, vivimos nuestro particular Dakar!!
Las busco y rebusco, pero en ningún momento veo el llavero con una llamativa flor verde. Mal comienzo de 2014, ¡qué me devuelvan el 2013!

1 comentario:

Eduardo Pardo dijo...

Un paseo por el monte nunca viene mal, una lastima lo de perder las llaves. Un saludo