Lugar de salida: Alforque
Recorrido: IIª Subida al Poyo
Desnivel positivo acumulado:
600 metros
Distancia y tiempo empleado: 69 km en 4h y pico.
Archivo GPS (con el recorrido): TrackGPS de la actividad
Domingo, 30 de septiembre de 2012.
El año pasado no pude ir a esta cicloturista, me quedé con las ganas de haber ido, este año no podía dejar pasar la ocasión. Alberto comentó entonces que el itinerario era bien bonito y la organización magnífica.Este año, el itinerario (larga y corta) lo han variado un poco en el tramo anterior al cruce del Ebro con la barca y la organización nuevamente excelente, con todo un pueblo volcado en la celebración de esta prueba deportiva.
Así que Alberto (que luego no pudo venir), Félix y yo, junto a Andrés de Los Sedetanos y los chicos de Arrope a Tope (Álvaro y Rafa) nos plantamos bien pronto en Alforque donde tiene la salida esta prueba.
A las 9 horas dan salida al tramo no competitivo de la prueba, son unos 12 kilómetros por las inmediaciones de Alforque (este tramo es común para la vuelta larga y la corta), para volver al pueblo y cruzar el Ebro por la antigua barca que unía las dos orillas.
El itinerario va contorneando el Ebro, hasta llegar a Velilla de Ebro, entramos al pueblo a la altura de la noria y lo atravesamos por la calle Huertos, al terminar esta giramos 90º a la izquierda y afrontamos una fuerte rampa que descompone a más de uno, pasamos junto al yacimiento romano de Celsa y vamos por el monte a buscar de nuevo Alforque.
Al final resultaron ser 22 kilómetros que sirvieron para estirar lo suficiente el pelotón, e ir cruzando el río sin demasiada espera. En la otra orilla nos esperaba el primer avituallamiento, refrescos, isotónicos, agua, fruta y bollería.
Cuando la barca cruza por tercera vez el río, y los corredores de la vuelta larga se reúnen, dan una nueva salida salida.
Aquí Félix tiene un problema con la cala de una zapatilla, así que salimos los últimos, los de la vuelta corta casi se mosquean cuando nos ven pasar. Como vamos los últimos decidimos ir tranquilos, ya que vemos que no vamos a ganar la prueba. ¡les hemos dado demasiada ventaja!
Un primer tramo de carretera nos acerca a Cinco Olivas, para girar en dirección a El Fortín (Construcción murada del año 1.875, de las guerras entre carlistas y liberales, constaba de torre telegráfica, para comunicarse con la del cabezo “ mocatero “ en Escatrón, así como la de Quinto. Envuelto en la ruina hoy, pero en su tiempo operativo, tenía capacidad para una tropa de varios batallones de infantería en defensa de la zona. Según publica la web de Sástago. Ahora se ve restaurado.) Se llega a las inmediaciones de Sástago y seguimos por carretera, hacia La Zaida. Dejamos la carretera para seguir por el GR99. Este tramo va pegado al río, pero algo elevado, por una zona de escarpes.
Más adelante entramos en una zona de campos y olivos, que poco a poco nos van acercando a Escatrón, salimos a la carretera y cruzamos el Ebro por el puente. Al poco giramos a la derecha (Camino Jacobeo del Ebro) en el desvío al Monasterio cisterciense de Rueda. Desde aquí la ruta va ganando altura con fuerte repecho y zonas más suaves. Una bajada más larga hace presagiar que pronto llegaremos de nuevo a Sástago, pero antes nos queda un fuerte repecho y una rápida bajada por carretera.
Aquí, Félix pincha, y no en el sentido literal, algo le ha sentado mal al estómago y se va quedando sin fuerzas, pajarón pajarón, bajamos el ritmo y disfrutamos más del recorrido, no pasa nada.
A la altura del puente de Sástago, y sin cruzarlo, nos desviamos a la derecha, el camino va de nuevo sobre un cortado con el río bajo nosotros, es una de las zonas más bonitas del recorrido, unas recurvas nos dejan en un fuerte repecho, donde el más pintado puede echar el pie a tierra, la pendiente suaviza y llegamos al segundo punto de avituallamiento, justo en la explanada de la Ermita de Montler.
Ya queda poco, una bajada por pista, ancha pero con gravilla, nos deja de nuevo a la altura del Ebro. Salimos a la carretera de Alborge y, antes de entrar al pueblo, tomamos la pista que sale a nuestra derecha, al principio llana pero, con un fuerte repechón al final, que muchos hacen andando.
Tras unos pequeños sube y baja, el itinerario se junta con un tramo descendente que ya hemos recorrido en la primera parte de la ruta, hasta llegar a la confluencia de la carretera de Alforque, en lugar de dirigirnos al pueblo, giramos por la pista a la izquierda, el cartel de "último kilómetro" con la gente en contra dirección bajando ya a Alforque, cruzamos la meta.
La meta está situada, bajo un cerro, loma, o cabezo, en el que una empinada pista sube hasta la misma cima. Es El Poyo, es cual da nombre a la cicloturista.
Avituallamiento final, te puedes tomar una cerveza bien fresquita, incluso un culín de sidra. Han pensado en todo.
Como he dicho, la organización excelente, sólo encontré dos peros, supongo que por llegar de los últimos; la ducha de agua fría debe ser buenísima para los músculos, pero a mi me sienta fatal, y el almuerzo, todo un clásico, huevos fritos con longaniza, chorizo y patatas, buenísimos, pero nos tocó esperar más de una hora en la fila.
El itinerario va contorneando el Ebro, hasta llegar a Velilla de Ebro, entramos al pueblo a la altura de la noria y lo atravesamos por la calle Huertos, al terminar esta giramos 90º a la izquierda y afrontamos una fuerte rampa que descompone a más de uno, pasamos junto al yacimiento romano de Celsa y vamos por el monte a buscar de nuevo Alforque.
Al final resultaron ser 22 kilómetros que sirvieron para estirar lo suficiente el pelotón, e ir cruzando el río sin demasiada espera. En la otra orilla nos esperaba el primer avituallamiento, refrescos, isotónicos, agua, fruta y bollería.
Cuando la barca cruza por tercera vez el río, y los corredores de la vuelta larga se reúnen, dan una nueva salida salida.
Aquí Félix tiene un problema con la cala de una zapatilla, así que salimos los últimos, los de la vuelta corta casi se mosquean cuando nos ven pasar. Como vamos los últimos decidimos ir tranquilos, ya que vemos que no vamos a ganar la prueba. ¡les hemos dado demasiada ventaja!
Un primer tramo de carretera nos acerca a Cinco Olivas, para girar en dirección a El Fortín (Construcción murada del año 1.875, de las guerras entre carlistas y liberales, constaba de torre telegráfica, para comunicarse con la del cabezo “ mocatero “ en Escatrón, así como la de Quinto. Envuelto en la ruina hoy, pero en su tiempo operativo, tenía capacidad para una tropa de varios batallones de infantería en defensa de la zona. Según publica la web de Sástago. Ahora se ve restaurado.) Se llega a las inmediaciones de Sástago y seguimos por carretera, hacia La Zaida. Dejamos la carretera para seguir por el GR99. Este tramo va pegado al río, pero algo elevado, por una zona de escarpes.
Más adelante entramos en una zona de campos y olivos, que poco a poco nos van acercando a Escatrón, salimos a la carretera y cruzamos el Ebro por el puente. Al poco giramos a la derecha (Camino Jacobeo del Ebro) en el desvío al Monasterio cisterciense de Rueda. Desde aquí la ruta va ganando altura con fuerte repecho y zonas más suaves. Una bajada más larga hace presagiar que pronto llegaremos de nuevo a Sástago, pero antes nos queda un fuerte repecho y una rápida bajada por carretera.
Aquí, Félix pincha, y no en el sentido literal, algo le ha sentado mal al estómago y se va quedando sin fuerzas, pajarón pajarón, bajamos el ritmo y disfrutamos más del recorrido, no pasa nada.
A la altura del puente de Sástago, y sin cruzarlo, nos desviamos a la derecha, el camino va de nuevo sobre un cortado con el río bajo nosotros, es una de las zonas más bonitas del recorrido, unas recurvas nos dejan en un fuerte repecho, donde el más pintado puede echar el pie a tierra, la pendiente suaviza y llegamos al segundo punto de avituallamiento, justo en la explanada de la Ermita de Montler.
Ya queda poco, una bajada por pista, ancha pero con gravilla, nos deja de nuevo a la altura del Ebro. Salimos a la carretera de Alborge y, antes de entrar al pueblo, tomamos la pista que sale a nuestra derecha, al principio llana pero, con un fuerte repechón al final, que muchos hacen andando.
Tras unos pequeños sube y baja, el itinerario se junta con un tramo descendente que ya hemos recorrido en la primera parte de la ruta, hasta llegar a la confluencia de la carretera de Alforque, en lugar de dirigirnos al pueblo, giramos por la pista a la izquierda, el cartel de "último kilómetro" con la gente en contra dirección bajando ya a Alforque, cruzamos la meta.
La meta está situada, bajo un cerro, loma, o cabezo, en el que una empinada pista sube hasta la misma cima. Es El Poyo, es cual da nombre a la cicloturista.
Avituallamiento final, te puedes tomar una cerveza bien fresquita, incluso un culín de sidra. Han pensado en todo.
Como he dicho, la organización excelente, sólo encontré dos peros, supongo que por llegar de los últimos; la ducha de agua fría debe ser buenísima para los músculos, pero a mi me sienta fatal, y el almuerzo, todo un clásico, huevos fritos con longaniza, chorizo y patatas, buenísimos, pero nos tocó esperar más de una hora en la fila.
3 comentarios:
Estan muy bien estas cicloturistas, yo antes iba con la bici de carretera, y son experiencias muy chulas, una lastima que uno de los compis, se pusiera malo, saludos
El próximo año me gustaría que fuéramos juntos, este año tenía que acompañar a mi hermano.
Muy buena crónica.
Con agua caliente creo que solo se ducharon 3.
Buena cronica, espero que el proximo año compartamos mas ruta.
Saludos de Arrope a Tope
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