Cañón del Río Lobos

Lugar de salida: Aparcamiento de la Laguna Negra

Objetivo: Ermita de San Bartolomé

Desnivel positivo acumulado: 50 metros

Distancia y tiempo empleado: 6,6 km en 2h50' (con muchas paradas)

Archivo GPS (con el recorrido): TrackGPS de la actividad

Jueves, 26 de julio de 2012.

En una anterior visita, casi no pudimos ver el cañón, llegamos tarde, era invierno y hacía mucho frío. Para esta ocasión, dejamos el coche en el mismo aparcamiento que en la anterior ocasión. Parece que ahora, en verano, dejan subir hasta el aparcamiento de más arriba.
Al salir del aparcamiento, vemos que hay una senda marcada (postes con señales rojas, blancas y amarillas), como Senda del Río, va en paralelo al río Lobos y lo atraviesa en varias ocasiones, el río está casi seco y solo se ve agua en las múltiples pozas repletas de nenúfares amarillos.

Llegamos a la altura de la Poza de Valdecea, donde está el aparcamiento superior, aquí podemos elegir entre tomar la pista que lleva a la ermita o seguir por la senda fluvial, seguimos por esta, va siempre entre los árboles y la sombra se hace muy agradable. En un ratilllo llegamos a la pradera donde está la Ermita de San Bartolomé, si se sigue el camino, se atraviesa un puente de madera, y a nuestra derecha vemos la cueva grande, una enorme cavidad, de corto desarrollo y piso terroso, los peques están encantados, al final hay una pequeña trepada que deja en una pequeña sala a modo de terraza sobre el resto de la cueva.
Volvemos a la entrada de la cueva, almorzamos y antes de volver, decidimos alargar un poco la excursión, el cañón se hace más estrecho y las paredes ganan en verticalidad, llegamos al “Colmenar de los frailes” y damos por finalizado el recorrido.

Saliendo de Cueva Grande con la Ermita de San Bartolomé, al fondo.

Mojones con los kilómetros recorridos.

De vuelta a la explanada de la ermita, decidimos pagar la entrada, 1€, y visitar el interior de la misma. En el folleto que se da con la entrada se lee: “La ermita de San Bartolomé, en el bello paraje del Parque Natural del Cañón del Río Lobos, es sin duda uno de los puntales turísticos, no ya de Soria, sino de Castilla y León. Mucho y variado se ha escrito sobre este edificio tardorrománico del siglo XIII, y cuya visión, para algunos mistérica y esotérica, la han popularizado y convertido en un lugar admirado y convertido en un lugar admirado y controvertido, por encima de cualquier otro templo de la provincia.

Ermita de San Bartolomé.

Asentado sobre un peñasco de roca natural, se alza este templo del siglo XIII construido en sillería caliza, orientada al este, hacia el río, y en ligero descenso. De planta de cruz latina, con ábside semicircular, nave única y crucero. Adosada a la iglesia, en su parte norte, vemos la sacristía del siglo XIX. La ermita apenas presenta alteraciones con respecto a sus formas originales y praticamente ninguna restauración destacable, lo que permite la contemplación de este edificio en su pureza primitiva.
Estilísticamente, esta ermita es una construcción románica de transición al gótico, con una clara influencia cisterciense, visible en sus pesados muros. El aspecto exterior es, pues, genuinamente románico, con algunos elementos protogóticos y detalles ornamentales de inspiración cisterciense en la portada y en algunos canecillos de las cornisas.”
Para bajar al coche, elegimos la pista, ancha y más soleada, al llegar al parking superior, volvemos a la senda del río, más bonita y fresca.