Lugar de salida: Castejón de Valdejasa
Objetivo: Castillo de Sora
Desnivel positivo acumulado: 860 metros
Distancia y tiempo empleado: 43 km en 4h45' (con paradas)
Archivo GPS (con el recorrido): TrackGPS
Domingo, 15 de septiembre de 2013.
Después de la ruta de ayer sábado, por la Foz de Zafrané, hoy tocaba ir a Castejón de Valdejasa e intentar acercarnos a conocer el Castillo de Sora.
El castillo de Sora, situado sobre un elevado cabezo, de aspecto ya de por si inexpugnable, aislado y que parece vigilar toda la llanura a sus pies.
¿Había que acercarse a conocerlo, verdad?
El castillo de Sora, situado sobre un elevado cabezo, de aspecto ya de por si inexpugnable, aislado y que parece vigilar toda la llanura a sus pies.
¿Había que acercarse a conocerlo, verdad?
Nos fuimos a Castejón de Valdejasa, la carretera la están arreglando y el paseo en coche se hace más largo de lo esperado. El día bueno, despejado pero ventoso.
Nos preparamos, vamos Félix, Alejandro ("sus dos perros, Kira y Mia"), Miguel y yo, salimos hacia la ermita de Santa Ana, la subida pica de lo lindo (ya la conocíamos de una vez anterior), pasamos de largo el desvío que bajaremos a continuación de ver la ermita.
Recuperamos el aliento, pues la subida a la ermita se las trae, es exigente y más teniendo en cuenta que la hemos hecho con las piernas frías.
Volvemos hacia el desvío del camino del Abejar, que de forma ascendente y, de seguirlo hasta arriba del todo, nos conduciría a la zona del Mirador de Erla.
Antes de culminar esta pista nos desviaremos a la izquierda (marca "camino particular"), para por pista algo peor bajar hasta la carretera por el Barranco de Valdesilos.
Antes de llegar a la carretera, Kira uno de los perros de Alejandro se va a perseguir una oveja descarriada de su rebaño, es un perro pastor y está claro que lleva el pastoreo en los genes. Alejandro se acerca lo más rápido que puede a coger a la perra antes de que el problema vaya a mayores.
Alcanzamos la carretera, A-1102, a la izquierda de la finca de la "Casa de los Guardas", giramos a la derecha en dirección Ejea durante un par de kilómetros. Ya podemos ver el cercano Castillo de Sora con su extraordinaria estampa.
Nos desviamos de la carretera a la derecha, a la altura de la Paridera del Castillo, nos volvemos a desviar a la derecha, llegamos a una cadena que cierra el camino (propiedad particular, prohibido el paso, ¡qué cada uno obre en consecuencia!). La subida al castillo, por sendero, se lleva bien, las curvas son cerradas, pero con algo de tiento se puede llegar hasta arriba sin bajarse de la bici.
Una vez arriba las vistas son estupendas, y el enclave del castillo es genial. Los buitres sobrevuelan toda la zona, utilizan una de las peñas cercanas como posadero.
Visitamos en enclave, incluso entramos a la Torre del Homenaje, esta está sobre un peñasco rocoso, se dice que es la última torre del homenaje construida en Aragón.
Bajamos y volvemos al desvío y seguimos por la pista, tras unos kilómetros alcanzamos el Pino Borau, también llamado pino de Sora o de Guarizo (Pinus halepensis), un magnífico ejemplar que merece visitar, llegar hasta su tronco significa darse cuenta de las verdaderas dimensiones de este árbol.
Continuamos la ruta, en un suave sube y baja, que va cargando las piernas, llegamos a nuestro desvío, una pista algo más rota que hemos de tomar a la derecha, subiremos hacia el cordal. Entramos en el pinar y la pista se empina más, al final una pronunciada curva a la izquierda nos deja bajo el Mirador de Erla, ya a la cota en la que casi llaneando llegaremos al Collado de Erla.
Continuando por la Cañada Real de Sierra de Luna, un sube y baja nos acerca hasta la carretera, remontamos hacia el Corral de la Contienda, donde da comienzo una fortísima rampa, menos mal que es cortita. Seguimos subiendo, ya por terreno más tendido hasta el cruce de la Carrasca de Valdecalvé, se está haciendo la hora de volver, así que decidimos bajar por aquí y visitar otro árbol singular.
Desde la carrasca, en pocos minutos llegamos a la carretera, la cual recorreremos hasta Castejón, parando unos minutos a ver el Pozo de Valdeluna, que no es otra cosa que un gran pozo de obra, que está completamente seco.
Nos preparamos, vamos Félix, Alejandro ("sus dos perros, Kira y Mia"), Miguel y yo, salimos hacia la ermita de Santa Ana, la subida pica de lo lindo (ya la conocíamos de una vez anterior), pasamos de largo el desvío que bajaremos a continuación de ver la ermita.
Recuperamos el aliento, pues la subida a la ermita se las trae, es exigente y más teniendo en cuenta que la hemos hecho con las piernas frías.
Volvemos hacia el desvío del camino del Abejar, que de forma ascendente y, de seguirlo hasta arriba del todo, nos conduciría a la zona del Mirador de Erla.
Antes de culminar esta pista nos desviaremos a la izquierda (marca "camino particular"), para por pista algo peor bajar hasta la carretera por el Barranco de Valdesilos.
Antes de llegar a la carretera, Kira uno de los perros de Alejandro se va a perseguir una oveja descarriada de su rebaño, es un perro pastor y está claro que lleva el pastoreo en los genes. Alejandro se acerca lo más rápido que puede a coger a la perra antes de que el problema vaya a mayores.
El cazador cazado y la suculenta oveja. |
Nos desviamos de la carretera a la derecha, a la altura de la Paridera del Castillo, nos volvemos a desviar a la derecha, llegamos a una cadena que cierra el camino (propiedad particular, prohibido el paso, ¡qué cada uno obre en consecuencia!). La subida al castillo, por sendero, se lleva bien, las curvas son cerradas, pero con algo de tiento se puede llegar hasta arriba sin bajarse de la bici.
Una vez arriba las vistas son estupendas, y el enclave del castillo es genial. Los buitres sobrevuelan toda la zona, utilizan una de las peñas cercanas como posadero.
Visitamos en enclave, incluso entramos a la Torre del Homenaje, esta está sobre un peñasco rocoso, se dice que es la última torre del homenaje construida en Aragón.
Bajamos y volvemos al desvío y seguimos por la pista, tras unos kilómetros alcanzamos el Pino Borau, también llamado pino de Sora o de Guarizo (Pinus halepensis), un magnífico ejemplar que merece visitar, llegar hasta su tronco significa darse cuenta de las verdaderas dimensiones de este árbol.
Continuamos la ruta, en un suave sube y baja, que va cargando las piernas, llegamos a nuestro desvío, una pista algo más rota que hemos de tomar a la derecha, subiremos hacia el cordal. Entramos en el pinar y la pista se empina más, al final una pronunciada curva a la izquierda nos deja bajo el Mirador de Erla, ya a la cota en la que casi llaneando llegaremos al Collado de Erla.
Continuando por la Cañada Real de Sierra de Luna, un sube y baja nos acerca hasta la carretera, remontamos hacia el Corral de la Contienda, donde da comienzo una fortísima rampa, menos mal que es cortita. Seguimos subiendo, ya por terreno más tendido hasta el cruce de la Carrasca de Valdecalvé, se está haciendo la hora de volver, así que decidimos bajar por aquí y visitar otro árbol singular.
Carrasca de Valdecalvé. |
1 comentario:
Camino particular, persecución de oveja, salto de cadena, prohibido el paso, propiedad privada... eres un fuera de la ley!
Curioso el castillo. No lo conocía. Habrá que acercarse un día de estos.
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